Yama y Niyama en yoga
Celebrar el amor en la práctica de yoga
Esta semana se celebra el día de San Valentín, santo asociado al amor romántico cuyo origen histórico no está del todo claro y que la Iglesia eliminó de su calendario oficial hace muchos años. Pero el amor no es un sentimiento exclusivo de pareja: alcanza a todas las relaciones que tiene un ser humano y empieza por uno mismo. Quizá quererse sea la forma más compleja de amar porque implica observarse con honestidad, analizar nuestro comportamiento y juzgarnos unas veces con severidad y otras con indulgencia. Mantener unos principios, ser justos, leales, responsables y generosos. Cuidarnos y ser amables con nosotros mismos. En definitiva, trabajar para ofrecer nuestra mejor versión, aceptarnos y no exigir de nosotros mismos lo que no somos capaces de ser, hacer o dar. Seguro que, una vez que nos aceptemos y nos queramos, seremos capaces de querer a los demás y aceptarlos como son.
Patanjali –autor al que se atribuye el primer texto de yoga conservado íntegramente, los Yoga-Sûtra, escrito en torno a 300-400 d.C.- nos invita a reflexionar sobre nuestra actitud hacia los demás, aconsejándonos que calibremos las consecuencias que tienen nuestros actos en los que nos rodean y que ejerzamos la honestidad, la prudencia y la moderación en nuestra comunicación con los otros. También valora la confianza, la falta de avaricia, la limpieza, el estudio y la veneración a Dios.
En su libro, desarrolla un sistema denominado el Óctuple Sendero del yoga “ashtanga yoga” -no confundir con el estilo Ashtanga Vinyasa Yoga de Sri K. Pattabhi Jois (1915-2009)-. Los dos primeros pasos de este camino son los Yama y los Niyama.
¿Cuáles son los Yama y Niyama en yoga?
Los Yama son cinco comportamientos que se deben observar en las relaciones con los demás:
- Ahimsa: No ejercer la violencia, ni hacer daño y respetar la vida.
- Satya: No mentir, ser auténtico, genuino, y honesto.
- Asteya: No robar, ni aparentar.
- Brahmacharya: No malgastar la energía, evitar los excesos.
- Aparigraha: No acaparar, eludir la codicia y poseer solo lo que se necesita.
Los Niyama, por su parte, son cinco comportamientos que hay que cultivar:
- Saucha: Mantener la pureza y la limpieza interior y exterior.
- Santosha: Aceptar los hechos con benevolencia y estar contento consigo mismo.
- Tapas: Ejercer la austeridad, la disciplina y el fervor.
- Svadhyaya: Conocerse a uno mismo y estudiar las escrituras.
- Ishvara pranidhana: Rendirse a la sabiduría universal.
Si somos capaces de poner en práctica los Yama y los Niyama estaremos siendo respetuosos y honestos con nosotros y con los demás.
¿Cómo podemos incorporar los Yama y los Niyama en nuestra práctica de yoga?
Cuando practicamos de una forma consciente, escuchando lo que nos dice cada día nuestro cuerpo, reconociendo nuestras sensaciones y distinguiendo lo que nos beneficia de lo que nos hace daño, estamos cultivando Ahimsa.
Al realizar las posturas de yoga con inteligencia, ayudándonos de la respiración para abrir espacios y buscar la comodidad dentro de la incomodidad; no intentar realizar las ásanas como nuestro vecino de esterilla, sino procurando crecer en nuestra práctica sin aspirar a ser lo que no somos; y emplear nuestra energía de forma inteligente sin desperdiciarla, estamos incorporando Satya, Asteya, Aparigraha y Brahmacharya.
Saucha nos invita a ser respetuosos con nuestros compañeros de práctica observando un aspecto pulcro y cuidado. Por su parte, Santosha promueve sentirse contento de un forma auténtica y profunda, algo que en la práctica podemos conseguir estando satisfechos con nuestros progresos. Avances que alcanzaremos gracias a Tapas que nos incita a mantener la disciplina y a Svadhyaya que nos ayuda a conocernos mejor y a calibrar nuestras fortaleza y debilidades. Por último, Ishvara pranidhana es sinónimo de respeto por la sabiduría universal que, durante una clase de yoga, puede convertirse en agradecimiento a nuestro profesor.
Incorporando Yama y Niyama a nuestra práctica de yoga y, por supuesto y fundamentalmente, a nuestra vida diaria, seremos capaces de reconocernos y querernos y querer así a aquellos que están a nuestro lado.
Consuelo Serrano. Profesora de Hatha Yoga. @consueloserrano_yoga