La visión terapéutica del Yoga de Gustavo Ponce
Gustavo Ponce nació en Santiago de Chile en 1947. Empezó a practicar yoga siendo muy joven. En 1972 viajó a India por primera vez. En sucesivos viajes conoció a Shri Yogendra, B.K S. Iyengar, K. Pattabhi Jois y T.K.V. Desikachar, entre otros, con los que tuvo la suerte de estudiar. A lo largo de los años, se unieron otros maestros en Estados Unidos y Europa.
A pesar de haber vivido más de treinta años en el extranjero, veinte de los cuales en Japón donde fue embajador de su país, Ponce es uno de los precursores del yoga en Chile, donde ha fundado la escuela Yogashala y el Canal Om Wellness by the Sea. Además, es profesor de profesores en distintos países del mundo.
Gustavo afirma que el yoga nos ayuda a conocernos. Nos recuerda que implica mucho más que el aspecto físico de la práctica, del “postureo” -palabra que ha aprendido recientemente en España y que le parece muy descriptiva- y que persigue disfrutar de una mente en calma en un cuerpo sano.
El yoga debe adaptarse a las necesidades de cada alumno
En 2003 le fue diagnosticado un linfoma No Hodgkin, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático que felizmente consiguió superar. A raíz de esta enfermedad, decidió estudiar los posibles efectos terapéuticos del yoga y como la práctica de determinadas posturas y técnicas de respiración podían tener un efecto beneficioso sobre las glándulas del sistema endocrino y las hormonas que éstas segregan. Fruto de estos estudios es la creación del método GPBalance, dirigido tanto a hombres como a mujeres que ya han superado los treinta y cinco años. Para denominar su método utiliza sus iniciales GP (Gustavo Ponce). Balance o equilibrio es el estado máximo de bienestar al que se puede aspirar, donde todo funciona en el cuerpo sin ningún impedimento.
Según apunta Gustavo, GPBalance es una alternativa natural a la terapia de reemplazo hormonal. Es excelente para aliviar los síntomas asociados a la andropausia y la menopausia, así como las reglas irregulares y dolorosas, infertilidad, impotencia, frigidez, eyaculación precoz o problemas urinarios, entre otros, aunque se haya sobrepasado la barrera de los cincuenta. Es además un potente antídoto contra la depresión, la ansiedad y el estrés.
Este método tiene un importante contenido teórico, está dividido en cinco secciones y su práctica dura una hora. Existe una secuencia abreviada para quienes no tienen ese tiempo. Se emplean cuatro tipos diferentes de respiraciones, visualizaciones y toda la práctica se realiza con la lengua presionando el paladar blando. Su autor sostiene que este método no tiene mayores exigencias físicas, pero que después de una práctica uno se siente como si hubiese corrido una maratón, pero sin cansarse ni sudar. Se consigue una energía calma.
Gustavo Ponce impartió un taller en nuestro centro, en el mes de junio en el que explicó la importancia del buen funcionamiento del sistema endocrino para la salud y su método GPBalance.
Además, para satisfacer las distintas motivaciones y necesidades de sus alumnos, Gustavo ha desarrollado otros métodos como Axis, un acercamiento más relajado al estilo de yoga del maestro B.K.S. Iyengar; Sattva, dos secuencias dirigidas a estirar y fortalecer las principales cadenas musculares, haciendo hincapié en la estabilización de la columna; y Dynamic, una práctica dinámica, fluida y exigente. También enseña yoga Restaurativo, especialmente indicado para aquellos que quieren realizar una práctica suave o se están recuperando de alguna enfermedad o lesión. En todos sus métodos, la respiración es siempre el hilo conductor.
Gustavo Ponce es autor de diecisiete libros -en agosto publicará uno nuevo sobre GPBalance- y colabora con la Universidad de Medicina de Harvard.